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Rinde para:
6 personas -
Preparación:
15 min. -
Cocción:
15 min. -
Refrigeración:
24 horas.
El rompope es una bebida cremosa, dulce y llena de tradición, perfecta para acompañar reuniones familiares o simplemente para disfrutar en una tarde de descanso. Su origen se remonta a la época colonial, cuando las monjas de conventos en México comenzaron a elaborarla como una bebida especial. Desde entonces, se ha convertido en un clásico que no falta en las celebraciones. Con su sabor único a vainilla y su toque de licor, el rompope es ideal para brindar en épocas festivas.
La preparación del rompope es sencilla, y aunque requiere un poco de paciencia, el resultado es delicioso y vale la pena. Para lograr su textura y sabor característico, se emplean ingredientes básicos como leche, yemas de huevo, azúcar y un toque de canela y vainilla. Cada uno de estos ingredientes aporta una característica única al resultado final, logrando una bebida que se disfruta caliente o fría.
Es importante que durante la preparación sigas los pasos con cuidado, especialmente al incorporar las yemas de huevo en la leche caliente. Esto evitará que se formen grumos, y el resultado será una bebida perfectamente suave. Luego, una vez que el rompope esté listo, es recomendable dejarlo reposar en el refrigerador por al menos un día. Esto permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen, dándole un sabor más profundo.
Este rompope se puede disfrutar solo, o incluso usar como ingrediente en postres o como acompañante para pasteles y galletas. Con esta receta podrás preparar rompope casero y sorprender a todos con una bebida tradicional y deliciosa que aporta calidez y sabor a tus celebraciones.
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Preparación:
- En una cacerola, calienta la leche junto con la rama de canela hasta que comience a hervir.
- Retira del fuego y deja reposar unos minutos para que la canela infusione.
- En un tazón aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y de color amarillo pálido.
- Agrega un poco de la leche caliente a las yemas batidas, mezclando constantemente para temperar y evitar que las yemas se cuajen.
- Vierte la mezcla de yemas en la cacerola con el resto de la leche, y vuelve a poner a fuego bajo.
- Cocina, removiendo constantemente, hasta que espese ligeramente.
- Esto puede tardar unos 10 minutos.
- Retira del fuego y agrega el extracto de vainilla y el licor, si lo deseas.
- Deja enfriar completamente y luego refrigera por al menos un día antes de servir.